Sin embargo, la oferta en afeitado clásico es superior y con unas calidades excepcionales en muchos casos. Tendrás que probar varias, y al final optar por la que te resulte más suave (menos agresiva, que no de tirones ni irrite). La cuchilla es uno de los elementos esenciales de un afeitado perfecto, muy apurado y sin irritaciones.
Antes de afeitarte, mójate la cara con agua caliente y un breve masaje en la zona a afeitar con un buen producto de pre afeitado en crema/pasta, aceite, o emulsión. En cuanto busques un poco, encontrarás decenas de productos. Prueba varios productos, y quédate con el que mejor se adapte a tu piel. La finalidad de este masaje es ablandar el pelo y relajar la piel. Una vez que lo extiendas, déjalo actuar dos-tres minutos antes de ir al siguiente paso. Mientras, pon la maquinilla de afeitar en el agua caliente.
Si tu piel es muy sensible, o tienes tiempo para darte el gusto, ponte una toalla pequeña, mojada en agua caliente (que no te queme), sobre la zona a afeitar. Tenla puesta un minuto. La finalidad de este paso es ablandar el pelo y abrir los poros.
Tras quitar la toalla, échate la espuma o gel. A mi me gusta tirar de jabón sólido, brocha y extender con ella la espuma, pero va a ir sobre gustos. En cualquier caso, es recomendable que optes por espumas o geles que permitan un buen deslizamiento de la hoja y, en la medida de lo posible, estén indicados para pieles sensibles. Este es otro de los elementos esenciales para obtener un afeitado perfecto sin irritaciones.
Date una primera pasada a favor del pelo.
Vuelve a echarte espuma o gel. La segunda pasada, hazla a contrapelo, excepto en la zona de la barbilla, que has de hacerlo de través, esto es de derecha a izquierda, o de izquierda a derecha dependiendo del lado de la cara.
Si es necesario, vuelve a extender espuma o gel y da la tercera pasada igual que la segunda.
Aclara con agua fría.
Sin secar, pásate una piedra de alumbre (pulida, sea con forma de cubo o de cilindro, pero nunca con alumbre de aluminio, que sea de potasio) por la zona afeitada. Al principio escuece un poco, pero se pasa en seguida y el resultado merece mucho la pena: es antiséptico, cierra los pequeños cortes, reduce la irritación y ayuda al cierre rápido de los poros.
Sin aclarar la cara tras pasarte la piedra de alumbre, extiende el bálsamo para después del afeitado (aftershave) por la cara. Utiliza bálsamos hidratantes sin alcohol, en lo posible con olores compatibles con los del jabón, espuma o gel (esto último no influye en la irritación pero si en el olor: es una pena que el aftershave anule el aroma de un buen jabón).
Y listo. Apenas habrás tardado diez minutos y podrás disfrutar de un afeitado perfecto sin irritaciones.