Este país lleno de cultura y tesoros guarda sus encantos en cada rincón, desde puentes románticos, castillos antiguos, fuentes e iglesias de estilo gótico. Hasta pequeños pueblos escondidos que guardan su esencia mágica para que quienes los encuentren, puedan disfrutar de una experiencia inigualable en ellos.
En esta guía, te mostraremos tres de los pueblos más encantadores de Francia. De esta forma no te perderás de los deslumbrantes paisajes naturales de las colonias francesas más espectaculares.
Cantal: Auvernia-Ródano-Alpes
Cantal, un pequeño pueblo de la provincia de los Alpes es uno de los tesoros mejor escondidos dentro del país. Se trata de una colonia con estructuras y calles de piedras, con una flora y fauna diversa gracias a su terreno montañoso.
Cuenta con amplios ríos y lagos de pescadores junto con cascadas ocultas dentro de su perímetro. Asimismo, posee verdes y altas colinas que vuelven a este pueblo destino ideal para hacer senderismo.
Durante el viaje por las montañas podrás encontrar capillas ubicadas en las cimas de la colina. Así como castillos en medio del campo e incluso, animales de granja como vacas que pastorean por la zona.
La guía de Cantal te permitirá conocer y disfrutar de cada uno de los encantos que este maravilloso lugar tiene para ofrecer.
Bocas de Ródano: Provenza-Alpes-Costa Azul
Este departamento es uno de los más diversos en todo el país, y es que cuenta con uno de los paisajes costeños más elegantes en todo el mundo. Dentro de sus paisajes puedes encontrar diversas playas con agua color esmeralda característica del mar mediterráneo.
Del mismo modo, puedes gozar de sus puertos y experimentar un paseo en bote alrededor de su superficie terrestre. Más allá de sus paisajes naturales, también posee un poblado muy bien distribuido a lo largo de todo su relieve.
También podrás encontrar los mejores restaurantes en Bocas de Ródano con un aura acogedora que además te brindarán platos característicos de la zona hechos con la frescura del mar.
Eghisheim, Alto Rin
La población de Eghisheim es uno de los pueblos más maravillosos dentro del territorio francés. Sus calles empedradas y casas con balcones enflorecidos le atribuyen una apariencia que te lleva a los cuentos de hadas.
Este pueblo cuenta además con hermosas estructuras góticas características del siglo XV, con diversos colores, catedrales, arcos y macetas coloridas a lo largo de toda la población. A las afueras del centro, se pueden encontrar pequeños campos de flores, hortalizas y viñedos que lo vuelven un paraíso visual.
Como puedes ver, Francia es un pequeño país europeo que se compone de pequeños pueblos y paisajes con encanto y maravilla. Cada población posee un aura acogedora y deslumbrante que termina por encantar a todos sus visitantes. En ellos podrás encontrar no sólo preciosas vistas, sino también deliciosa comida y admirable cultura.